sábado, 16 de julio de 2011

Teoría sobre mito y leyenda

EL MITO Y LA LEYENDA

El mito y la leyenda son relatos que se divulgan en forma oral, de una generación a otra. Son narraciones que nacen espontáneamente como una expresión colectiva de una raza o pueblo, debido a una necesidad de crear una imagen del mundo y una necesidad de manifestar una fe. En ellos participan seres y hechos sobrenaturales.
Su origen no puede establecerse con precisión y a pesar de que ambos son historias orales que se trasmiten de padres a hijos no son lo mismo.
Mito
Definir qué es un mito (del griego, muthos) no es, desde luego, tarea fácil. Una definición entregada por la Real Academia de la Lengua, señala que el mito es una “narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.” Y agrega que es una “Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal”.
A partir de esta definición, podemos agregar que los mitos son relatos que cuentan cómo se crearon los cielos, de dónde provienen los vientos o cómo nacen los propios dioses; los mitos nos transportan a un tiempo sagrado distinto al nuestro, más abierto a los hombres como su propio horizonte.
Para el estructuralista Claude Lévi-Strauss, "un mito es percibido como tal por cualquier lector en todo el mundo", lo que nos proporciona una primera aproximación: el mito es una clase de relato, caracterizada normalmente por tratar temas fabulosos o ficticios sobre dioses y héroes de un pasado remoto, cuya temporalidad es radicalmente distinta a la de la historia.
Estructura del mito
La estructura del mito —que intenta significar (no explicar) su medio de supervivencia: el mundo natural, el espíritu y la sociedad en que pervive y muta— no es obra de hombre, pueblo, tribu o cultura alguna, ni está al alcance de su comprensión racional —a tal punto que cualquier interpretación dada por el pueblo mismo del que surgió, o en el que subsiste, debe ser considerada como la más alejada de la verdad—; surge de, apela y conmueve a los entramados inconscientes que diseñan la personalidad, la cultura y el ser mismo del hombre en cuanto tal.
Un mito es, simplemente, un espejo de aumento en donde el espíritu humano, como tal, se observa con una mirada que cala hasta los huesos de su propia estructura; es el desvelador, el presentador, el mediador del espíritu ante sí mismo, aquello que le permite advertir que su estructura interna coincide con la externa y no es más que una con ella.
Leyenda
En definición de la Real Academia de la Lengua, leyenda es una “relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos”.
La leyenda es un relato hablado que se conserva en la tradición oral de un pueblo. Indica lugares con precisión y en su origen tiene antecedentes históricos. Por lo mismo, sus personajes son identificables, aunque nunca iguales al personaje o hecho en el cual se basan. Posteriormente, la leyenda pasa a la escritura, con lo cual se fija, perdiendo una de sus características: la capacidad de transformarse.
La leyenda es una narración ficticia, pero basada en la realidad, ligada a temas de héroes, de la historia patria, de seres mitológicos, de almas, de santos o sobre los orígenes de hechos varios.
La leyenda pertenece al folclore y por ello corresponde a la más arraigada sabiduría de un pueblo.
Expresa los deseos, los anhelos, los temores, los ideales y sueños que son parte de la visión global que tiene ese pueblo de su propia historia y de sus relaciones con la naturaleza.
Cuando se hacen estudios históricos, etnográficos, sicológicos, sociológicos y geográficos es necesario recurrir también a la leyenda para ver cómo la colectividad percibe su forma de ser y su medio.
La leyenda no pretende explicar lo sobrenatural; es un relato que,  a partir de hechos y personajes reales, hace resaltar algún atributo o característica de un pueblo, región o ciudad.
La leyenda no pretende explicar nada, sino relatar un suceso. Tiene un fin moralizante y es didáctica.
Si bien transcurre en un tiempo histórico reconocible, la leyenda se diferencia de la historia porque ésta son hechos comprobables, mientras que nadie puede probar que lo narrado en una leyenda haya ocurrido realmente, y porque la historia se conoce por la escritura, a diferencia de la leyenda que se difunde oralmente.

Diferencias entre mito y leyenda
1. El mito es un relato que intenta explicar un misterio de la realidad y que está asociado generalmente a las creencias y ritos de un pueblo. La leyenda no pretende explicar lo sobrenatural pues es un relato que resalta alguna característica o atributo de un pueblo, ciudad o región a partir de personajes y hechos reales.
2. Mito y leyenda se diferencian en cuanto a los personajes y al escenario donde se desarrollan los acontecimientos. El ámbito donde se desarrollan los mitos es en un tiempo en el que el mundo no tenía su forma actual, en cambio las leyendas se ubican en tiempos más modernos o posteriores a la creación del mundo. Los personajes del mito son, por lo general, dioses o seres sobrenaturales mientras que en la leyenda son casi siempre seres humanos o animales antropomórficos.
3. El mito y la leyenda cumplen funciones diferentes. Para las diferentes culturas el mito narraba sucesos reales y verdaderos, los cuales eran modelos sagrados para los hombres; la leyenda  en cambio, no pretende narrar hechos verdaderos sino instruir o entretener, por lo tanto, su función es didáctica.
4. En el mito lo extraordinario o sobrenatural es imprescindible, en la leyenda es un accesorio.
5. En el mito existe la “inspiración divina” que le da a conocer al hombre la explicación de algún fenómeno porque se da en el comienzo del mundo (un dios es el único que le puede contar a los hombres lo que de otro modo no podría saber). Por el contrario, en la leyenda se conoce lo dicho porque se sabe que se ha trasmitido de generación en generación, posiblemente desde el instante en que alguien fue testigo del hecho ocurrido.
Textos de Enseñanza Media, 1º año (Santillana, Arrayán, etc.)
Es propiedad: www.profesorenlinea.cl

Teoría sobre Teatro

Les dejo un enlace a mis archivos de sky drive de donde podrán descargar la teoría completa sobre teatro. https://skydrive.live.com/?cid=6625c08a8d754b3f&sc=documents#!/view.aspx?cid=6625C08A8D754B3F&resid=6625C08A8D754B3F%21266

El Soneto

El soneto

El soneto es una forma poética compuesta por catorce versos de once silabas. Los versos se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos (estrofas de 4 versos) y dos tercetos (estrofas de 3 versos). Aunque la distribución del contenido del soneto no es exacta, puede decirse que al primer cuarteto presenta el tema del soneto, y que el segundo lo amplifica o lo desarrolla. El primer terceto reflexiona sobre la idea central, o expresa algún sentimiento vinculado con el tema de los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo, en ambos casos, desatados por los versos anteriores. De esta manera, el soneto clásico presenta una introducción, un desarrollo y una conclusión en el último terceto, que de algún modo da sentido al resto del poema.
El soneto en lengua española
El primer intento documentado de adaptar el soneto a la lengua española es obra de Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458), con sus cuarenta y dos Sonetos fechos al itálico modo. Los sonetos del marqués de Santil. Desde Garcilaso hasta el modernismo, el soneto castellano tuvo una estructura fija en los ocho primeros versos (ABBA:ABBA), y más libre en los seis últimos, con las combinaciones CDE:CDE, CDE:DCE, CDC:DCD, como las más utilizadas. Otros sonetistas del siglo XVI: Diego Hurtado de Mendoza, Hernando de Acuña, Fernando de Herrera, Gutierre de Cetina, y muchos otros.
El soneto es cultivado por los principales poetas, como Lope de Vega, Góngora, Quevedo, Calderón de la Barca, Sor Juana y Cervantes. Este último utiliza variantes, como el "soneto con estrambote" o el "soneto dialogado". Los temas del soneto son muy variados, desde el amoroso al satírico, pasando por los morales y metafísicos (en los que destacó Francisco de Quevedo). Los autores barrocos juegan con la forma del soneto, pero no lo alteran en su estructura esencial, que continúa siendo la consagrada por Garcilaso y Boscán. Un ejemplo conocido es el siguiente soneto satírico de Lope de Vega, que trata precisamente sobre la construcción de un soneto:
Un soneto me manda hacer Violante,
en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando
y aun parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce, y está hecho.
En el período neoclásico decae el uso del soneto, aunque es cultivado por autores como José Cadalso o Meléndez Valdés, entre otros. Tampoco el Romanticismo español le presta mucha atención: en las Rimas de Bécquer, por ejemplo, se encuentra un único soneto. La principal renovación del soneto en castellano se produce a finales del siglo XIX, con el triunfo del modernismo.
En los sonetos modernistas lo más frecuente es el orden clásico de los cuartetos, pero se usaron también, por influencia del parnasianismo francés, las combinaciones ABAB:ABAB y ABBA:CDDC. En esta época aparecen varias innovaciones métricas: se utilizan versos de otras medidas, desde trisílabos hasta hexadecasílabos, aunque los más utilizados son los alejandrinos, como el conocido soneto "Caupolicán", en el libro Azul, de Rubén Darío; además, aparecen sonetos polimétricos, que emplean en el mismo poema versos de diferente medida (lo utilizó también Darío, en su soneto dedicado a Cervantes, mezcla de endecasílabos y heptasílabos; Manuel Machado lo utiliza en su soneto "Madrigal de madrigales", compuesto de versos de 7,9,11 y 14 sílabas).

jueves, 14 de julio de 2011

Circuito de la comunicación

Circuito de la comunicación

El circuito de la comunicación debe funcionar correctamente para que la misma pueda ser exitosa, no siempre que uno habla el otro entiende ¿verdad?. La falla en el circuito puede darse en cualquiera de los elementos.
Llamamos situación comunicacional a la circunstancia en la cual, a través del lenguaje, logro dar a conocer lo que quiero a los demás. Asimismo, es en una situación comunicacional como entiendo a los otros.

• El emisor es quien emite el mensaje.
• El receptor es aquel o aquellos a los cuales esta destinado el mensaje.
• El mensaje es lo que concretamente se está diciendo.
• El código es el medio por el cual se construye el mensaje, puede ser verbal o no verbal (una imagen).
• El canal es el soporte que elige el emisor para enviar su mensaje, este puede ser sonoro, táctil o visual.
• El referente que es el tema del mensaje .


Si alguno de los componentes falla, el intercambio no se realiza. Es decir que hubo ruido o interferencia. Por eso, al emitir un mensaje es fundamental tener en cuenta a quién le estamos hablando, asegurarse que conozca el tema y compartir el código y el canal. Por ello es que no pensamos en la situación comunicacional como una estructura rígida, sino como una circunstancia dinámica donde se redefinen los roles a cada momento.

Imagen: El ruido o interferencia puede darse porque el receptor no está prestando atención, entonces el mensaje no es exitoso.

En la mayor parte de las comunicaciones el emisor y el receptor alternan su rol. Es decir, que en el intercambio el emisor se vuelve receptor y viceversa.

Para que una comunicación se realice correctamente, el circuito de la comunicación debe funcionar correctamente.



Intertextualidad

Intertextualidad
Definición restrictiva
En su forma más restrictiva, tal como la fórmula el narratólogo Gérard Genette en su obra Palimpsestos. La literatura en segundo grado, la intertextualidad es una modalidad entre algo más extenso denominado transtextualidad, y se trata de
Una relación de copresencia entre dos o más textos, es decir, eidéticamente y frecuentemente, como la presencia efectiva de un texto en otro. Su forma más explícita y literal es la cita (con comillas, con o sin referencia precisa)... El plagio, que es una copia no declarada pero literal... La alusión, es decir, un enunciado cuya plena comprensión supone la percepción de su relación con otro enunciado al que remite necesariamente tal o cual de sus inflexiones, no perceptible de otro modo

Clases de transtextualidad
Pero el concepto es en sí amplísimo y en esa misma obra reconoce cinco tipos más de intertextualidad. Reuniendo diversas tipologías de transtextualidad, puede establecerse la siguiente clasificación:
  • 1. Intratextualidad, o relación de un texto con otros escritos por el mismo autor
  • 2. Extratextualidad, o relación de un texto con otros no escritos por el mismo autor.
  • 3. Interdiscursividad, según Cesare Segre, o intermedialidad, según Heinrich F. Plett, es una relación semiológica entre un texto literario y otras artes (pintura, música, cine, canción etcétera).
  • 4. Metatextualidad es la relación crítica que tiene un texto con otro.
  • 5. Paratextualidad es, según Genette, la relación de un texto con otros textos de su periferia textual: títulos, subtítulos, capítulos desechados, prólogos, ultílogos, presentaciones...
  • 6. Architextualidad la relación genérica o género literario: la que emparenta textos en función de sus características comunes en géneros literarios, subgéneros y clases de textos.
  • 7. Hipertextualidad, según Genette "toda relación que une un texto B (que llamaré hipertexto) a un texto anterior A (que llamaré hipotexto) en el que se inserta de una manera que no es la del comentario".
  • 8. Hipotextualidad, inversamente, según Genette, "toda relación que une un texto A (que llamará hipotexto) a un texto posterior B en el que se inserta de un modo que no es el comentario".

Punto de vista del narrador

Punto de vista del narrador
El punto de vista es el ángulo de visión que adopta el narrador para contarnos la historia. Por eso se habla también de focalización: el punto óptico del narrador se convierte en un foco que alumbra a los personajes y sus acciones.
Los tipos de narradores más importantes son los siguientes:

Narrador protagonista
El protagonista nos cuenta con sus propias palabras lo que siente, piensa, hace u observa. La acción del relato es la historia de ese personaje y todos los demás existen a través de él.
Si el narrador se limita a contar aquello que ve y hace, la narración será externa y objetiva. Si además emite sus pensamientos, sentimientos y elucubraciones, la narración será interna y subjetiva.
A veces se da la situación de que el protagonista no llega a comprender lo que le pasa, mientras que el lector goza del privilegio de entender aquello para lo que el protagonista está ciego. Otras veces el personaje habla consigo mismo y la narración se convierte en un monólogo interior, lo que entrega el relato a vaivenes de la mente, desórdenes de pensamiento, espantos e ilusiones. James Joyce en su famoso Ulises lleva esta técnica hasta el extremo. El ejemplo por antonomasia de narrador protagonista sería el de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust.

Narrador testigo
En este caso el narrador queda en los márgenes del relato, es decir, no es el protagonista sino un personaje secundario que nos cuenta las andanzas del primero. Puede ser un viejo amigo, un pariente, un vecino o un simple transeúnte.
Un caso claro de narrador testigo es el Doctor Watson, que nos refiere las aventuras de Sherlock Holmes, un personaje con más peso en la narración que él.
También la mayoría de la novela negra americana ha sido narrada utilizando este narrador testigo, que no es sino el detective (Philip Marlowe en las novelas de Raymond Chandler, Sam Spade en las de Dashiell Hammet, etc.) que comienza a investigar una trama y que no sabe más que el lector acerca de ella. De esta forma se sostiene la tensión narrativa, pues el lector va descubriendo e intrigándose con las mismas cosas que el detective.
Esta forma de narrar no da acceso a la vida interior del protagonista más que de una forma limitada. El narrador testigo no puede referirnos lo que piensan o sienten los personajes sino a través de sus gestos.

Narrador Omnisciente
Este tipo de narrador es Dios en el microcosmos de la historia. Lo sabe todo: el principio y el final de la narración; lo que los personajes sienten, piensan y hacen; lo que deberían haber hecho y no hicieron; lo que soñaron y no recuerdan... Es un dios que penetra en el interior de la conciencia de los habitantes del relato, desvela los escondites de su personalidad y, en ocasiones, tiene la osadía de  juzgarles.
Por otra parte, esta divinidad es ubicua espacial y temporalmente; puede decirnos el pasado y el futuro y cambiar de lugar para estar en dos sitios a la vez, puede contarnos hechos que no han presenciado ninguno de los protagonistas o escondernos otros que alguno ha vivido. Selecciona a su gusto y elige la distancia con que narrar la historia.
Este tipo de narrador se usaba mucho en las novelas del siglo XIX, y ejemplos claros son las de Balzac, Tolstoi o Flaubert.

Narrador cuasi-omnisciente
Imaginemos una cámara de cine: con ella podemos seguir a los personajes adonde vayan, observar sus gestos y sus reacciones, saber de sus lágrimas, gritos, palideces y rubores, pero será el lector quien interprete las emociones de los personajes y no el narrador. Tendremos conocimiento de sus actos, pero nunca podremos penetrar en su mente o saber lo que han soñado esa noche. Podremos presentar al personaje agitándose durante el sueño o despertándose violentamente en medio de la noche (pues el objetivo de la cámara puede penetrar en todos los espacios del relato), pero para saber el contenido de su pesadilla necesitamos que se la cuente a alguien para que el micrófono de la cámara pueda captar su voz.

El narrador cuasi-omnisciente deja de ser dios, y se diferencia del narrador testigo en que no es un personaje y, por tanto, no ha de estar presente en el desarrollo de la acción: si los personajes están dialogando en una celda, por ejemplo, el narrador testigo habría de estar encerrado en esa celda, mientras que el cuasi-omnisciente puede relatarnos lo que ocurre allí donde ningún otro hombre puede llegar.
Ejemplos de este tipo de narrador nos los da la generación de la mirada o noveau roman, una de cuyas representantes es Marguerite Duras y su famosa novela El amante, en que se mezcla un narrador protagonista (la chica) con uno cuasi-omnisciente que nos relata las acciones de forma absolutamente cinematográfica.


Característica del relato policial


  El Cuento Policial



Origen

Desde fines del siglo XVIII se observan dos actitudes opuestas para resolver las situaciones de la vida humana. En una de ellas, la racionalista, predomina la razón que explica, mediante la lógica, los hechos. En la otra, la irracionalista, los sentimientos, la intuición y las emociones prevalecen sobre cualquier otra interpretación.


El relato policial, cuento y novela, nace como una expresión de este enfrentamiento y, al mismo tiempo, como consecuencia de una realidad histórica: la formación de las grandes ciudades y el deseo y búsqueda de justicia. Ingresan así, en la literatura, nuevos personajes y ambientes que son netamente urbanos, entre ellos la policía y los cuerpos de seguridad, que se organizaron sistemáticamente a principios del siglo XIX favorecidos por la investigación científica.

Edgar Allan Poe, con "los crímenes de la calle Morgue", es el creador de esta forma narrativa que desde sus comienzos se difunde con rapidez por su eficacia comunicativa. Resulta ser, así, un relato muy popular como la novela de folletín. Esta circunstancia hace que como forma literaria no fuera tan respetada frente a otras consideradas más valiosas. Sin embargo, el relato policial exige del escritor, ademas del dominio técnico, un ordenamiento riguroso de la trama: debe crear hechos y vincularlos con lógica interior.

El detective Sherlock Holmes, el inspector Watson, de Arthur Conan Doyle, y el padre Brown, de Chesterton, figuran entre los personajes más conocidos de la narrativa policial. Otros autores difundidos son: Agatha Christie y Graham Greene. En Argentina se destacan Jorge L. Borges, Adolfo Bioy Casares, María A. Bosco, Manuel Peyrou, Marco Denevi y Abel Mateo


 El policial negro o duro surge en Estados Unidos alrededor del 1820 de la mano de Samuel Dashiell Hammett con sus detectives: Sam Spade, el hombre delgado y el agente de la Continental y Raymond Thornton Chandler con sus detective: Phillip Marlowe. Algunas de sus obras más reconocidas son: El halcón maltés, El hombre delgado, Cosecha Roja (Samuel Dashiell Hammet)
y El largo adiós, El sueño eterno, Adiós, muñeca (Raymond Thornton Chandler). El nombre determina un tipo de novela policíaca en donde el desenlace es casi siempre violento y las diferencias entre el bien y el mal son estrechas.


Evolución

En la evolución de la narrativa policial distinguimos tres momentos:


* El interés se centra en el argumento: la trama es rigurosa y los misterios o enigmas deben ser aclarados en forma deductiva. Esta modalidad se cultivó hasta 1930.(Policial de enigma)
* El centro de interés se desplazó hacia la explicación psicológica de los hechos y del comportamiento de los personajes.
*En las últimas décadas, el relato policial es más realista y violento: los delitos tienen razones concretas, los personajes son tan actuales que nos sorprenden, al igual que las armas científicamente fabricadas; la trama entremezcla intriga, violencia, sexo y espionaje. (Policial negro)
Una variante de la narrativa policial, a partir de la Segunda Guerra Mundial, trata el espionaje como tema obligado.


El policial de Enigma

En las novelas policíacas clásicas se presenta un crimen del cual se desconoce quién, dónde, cómo y por qué lo cometió. También hay un detective que es quien se encarga de resolver el enigma y puede estar acompañado por un ayudante que es menos inteligente que él. Las pistas que se presentan pueden favorecer al detective y a la vez, confundir al lector. Por último el lector se encuentra desorientado y el detective resuelve el misterio. Luego, al final del relato, se narra cómo fueron los hechos cronológicamente.


 Personajes: Se presentan en una perspectiva antitética: el policía, el detective, el inspector; el asesino y el espía, o sea los buenos y los malos. Por lo general son tipos, tienen caracteres bien definidos y no evolucionan a lo largo del relato.

Estructura: Habitualmente es un relato que se hace al revés de la narrativa tradicional. Al comienzo se presenta el enigma que debe ser resuelto al final. El tiempo para aclarar el misterio procede en dos sentidos: mientras avanza la investigación, futuro, se revela el enigma, pasado.
Pero hay que tener en cuenta que a este relato precede una etapa previa de organización: cuando el escritor imagina o fragua esa historia sigue un orden cronológico o lineal (comienzo, desarrollo y desenlace). Al escribirla invierte los resultados y los presenta al comienzo.


Ambiente: Por lo general es urbano. En los primeros relatos el crimen ocurría en espacios interiores, en cuartos cerrados. En la actualidad, la violencia se desata en las calles, ante la sorpresa o indiferencia de los posibles testigos. Frecuentemente son retratadas las clases altas.


Trama: La acción brinda el mayor suspenso. Deja siempre un hilo o eslabón por resolver. Con rigor deductivo, el investigador y el lector desentrañan el enigma al reunir esos hilos en el desenlace.
Al principio se proponen varias soluciones fáciles, a primera vista tentadoras, que sin embargo resultan falsas. Hay una solución inesperada, a la cual sólo se llega al final. Para la solución del enigma se desecha todo elemento sobrenatural o inexplicable. Es un relato hecho para que el lector participe en desentrañar el misterio; ingresa en el mismo como un investigador más.

El policial negro

Características:


En el género policial negro los detectives son hombres comunes. Ellos no investigan por placer, sino que lo hacen por dinero. A la vez, los ambientes del policial negro son generalmente ciudades llenas de violencia, corrupción y conflictos, son oscuros, lúgubres. En estas historias, el protagonista no está siempre fuera de peligro, sino que en ocasiones, pelea cara a cara con el criminal, y siempre corre el riesgo de morir. Estos relatos no se mantienen a través del enigma, ya que casi no existe en ellos, sino que utilizan la constante aparición del suspenso y la incertidumbre.

Personajes: El investigador es una persona común, a menudo violenta o con problemas. Trabaja por el dinero y se mueve en el submundo del hampa, maneja sus códigos.


Estructura: Muchas veces no hay ningún enigma que resolver, sino que el relato gira en torno a demostrar la psicología de los delicuentes, sus móviles valiéndose del suspenso.


Ambiente: Por lo general es urbano y retrata a las clases bajas. Prosítublos, mafia, narcotráfico, etc
Trama: La trama ahonda en la psicología de los personajes y sus motivaciones


Tipos de género
policial negro:

1. Novela de acción
con el detective
como protagonista.

2. Novela desde el
punto de vista del
criminal.

3. Novela desde el
punto de vista de la víctima




Para seguir leyendo, recomiendo el Blog de la Profesora María Cecilia Fiori : http://lenguafueradelaula3.blogspot.com.ar/2010/09/cuentos-policiales-que-es-un-cuento.html

Características del relato de Ciencia Ficción


Ver entrada del siguiente blog: http://pedablogia.wordpress.com/2006/10/04/hacia-una-definicion-del-genero-de-la-ciencia-ficcion/
La ciencia ficción es la denominación popular con que se conoce a uno de los géneros derivados de la literatura de ficción, junto con laliteratura fantástica y la narrativa de terror. Nacida como subgénero literario distinguido en la década de 1920 (aunque hay obras reconocibles muy anteriores) y exportada posteriormente a otros medios, como el cinematográficohistorietístico y televisivo, gozó de un gran auge en la segunda mitad del siglo XX debido al interés popular acerca del futuro que despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico alcanzado durante esos años.
Es un género especulativo que relata acontecimientos posibles desarrollados en un marco espacio-temporal puramente imaginario, cuya verosimilitud se fundamenta narrativamente en los campos de las ciencias físicasnaturales y sociales. La acción puede girar en torno a un abanico grande de posibilidades (viajes interestelares, conquista del espacio, consecuencias de una hecatombe terrestre o cósmica, evolución humana sobrevenidas por mutaciones, evolución de los robots, realidad virtual, existencia de civilizaciones alienígenas, etc.). Esta acción puede tener lugar en un tiempo pasado, presente o futuro, o, incluso, en tiempos alternativos ajenos a la realidad conocida, y tener por escenario espacios físicos (reales o imaginarios, terrestres o extraterrestres) o el espacio interno de la mente. Los personajes son igualmente diversos: a partir del patrón natural humano, recorre y explota modelos antropomórficos hasta desembocar en lo artificial de la creación humana (robotandroideciborg) o en criaturas no antropomórficas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia_ficci%C3%B3n

Características del relato fantástico

Principio del formulario
El cuento fantástico
Final del formulario
  Ingredientes de la materia fantástica
El cuento fantástico utiliza como punto de partida los misterios que plantean el hombre y su mundo y que no han tenido una explicación clara y certera: el tiempo, el espacio, los sueños, las dimensiones, la muerte...
El autor del cuento fantástico elige uno de esos misterios como tema pero sin intención de resolverlo, sino que, valiéndose de la ausencia de respuestas y de su imaginación, logra la incertidumbre. Es por eso que, partiendo de elementos reales y cotidianos – a veces en forma gradual y otras abruptamente- anula la realidad y nos traslada al ámbito de lo misterioso y de lo inexplicable. Proviene de la vacilación entre una explicación natural o una sobrenatural.
El escritor busca que el lector se pregunte acerca de la factibilidad de los sucesos; por eso elabora un relato verosímil, al que añade elementos extraños. Éste es el medio de producir la perplejidad y el suspenso, fuente de curiosidad, desazón y, a veces, miedo para el lector.

Tratamiento de la materia fantástica
·       
Son prácticamente innumerables los medios o recursos de que se valen los autores de narraciones fantásticas
·        Proceso mental por el cual liberan su imaginación, la mente del personaje se halla alterada.
·        Invaden tiempo, espacio, personajes o situaciones y, en ocasiones, todo a la vez.

·        El personaje es presa de las fuerzas sobrenaturales, si es un ser humano puede sufrir, entre otros, el fenómeno de la metamorfosis; si es cualquier elemento de la realidad –animales, objetos, muerte, espíritu- se animiza y adquiere características propias del hombre.

·        Alteración del tiempo y del espacio, se producen traslados a los otros tiempos -ya del pasado como al futuro- anacronismos parciales, retrocesos en la propia historia, detención del tiempo, desajustes entre el tiempo cronológico y el tiempo interior, multiplicación en el tiempo, ruptura de las leyes físicas, transmutación de mundos.

·        Interrelación entre el sueño y la realidad: sueño dentro de otro sueño, conciencia de que se está soñando, sueños comunes a varias personas; en todos los casos, con un elemento que, luego en la vigilia, deja un rastro: por ejemplo, un objeto material presente en el sueño y presente en la vigilia.

·        Utilización de un narrador subjetivo.


El cuento fantástico es aquel que, por la suma de elementos reales y de elementos extraños e inexplicables, hace vacilar entre una explicación natural o una sobrenatural y deja al lector sumido en la incertidumbre.

Podemos distinguir tres tipos de textos con ingrediente fantástico:
Fantástico(puro), extraño o maravilloso
“Dado que lo fantástico es la duración de una vacilación del lector o personaje en una obra, al final de la misma lector o personaje han de optar por la explicación de los hechos:  si las leyes de lo real no se modifican para explicar los fenómenos fantásticos, se habla de lo extraño; si, al contrario, hay que admitir nuevas leyes para comprender, se pisa el terreno de lo maravillosa. “
Todorov, Tzvetan. 
Introducción a la literatura fantastica
Tiempo contemporáneo, 1974. Pag.: 53.


El fantástico puro es aquel que mantiene la duda en el lector quien no puede optar entre una explicación lógica y una sobrenatural